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Abajo el telón

17 May

El fútbol abulense ha bajado el telón a la temporada 2017/2018. Con la llegada del mes de mayo, el deporte del balompié ha dado por concluidas sus diferentes competiciones. Y como cada año, los resultados de los equipos de la capital y la provincia han sido buenos, regulares y malos.

Una de las grandes decepciones ha llegado de la mano del Real Ávila Club de Fútbol. Las expectativas generadas en verano y el buen comienzo de campaña, donde los abulenses alcanzaron el liderato del Grupo VIII de la Tercera División en el mes de octubre, hicieron que la parroquia encarnada pensara que por estas fechas el equipo estaría inmerso en el play off de ascenso a Asegunda División B. Nada más lejos de la realidad. El proyecto de César Jiménez acababa precipitadamente en el mes de diciembre y su sucesor, Miguel Ángel Miñambres, no ha conseguido el objetivo que se marcó a su llegada a la capital amuralla. Finalmente, el Ávila ha terminado en  la décima posición de la clasificación.

La temporada 2017/2018 ha finalizado en el deporte del balompié. (Foto: Tribuna Ávila).

Una de las notas más destacadas este curso se la ha llevado la Cultural Deportiva Cebrereña. Bajo la dirección de Pepe García, los verdiblancos han finalizado en undécima posición de la tabla, su mejor puesto histórico en categoría nacional; han logrado la permanencia de manera holgada varias jornadas antes de que finalizara el campeonato doméstico; y su delantero David Terleira ha conseguido su segundo Pichichi de la categoría con 23 goles.

En el lado negativo, el Colegios Diocesanos no ha podido mantenerse en la División de Honor. El mal comienzo de la campaña ha penalizado a los de Iván Lastras, que han tenido opciones de permanencia hasta la última jornada. Con el técnico abulense nuevamente en el banquillo, los colegiales intentarán regresar a la máxima categoría del fútbol juvenil la próxima temporada.

Un peldaño más abajo, en la Primera División Regional de Aficionados, no han ido bien las cosas. En su segunda experiencia, el conjunto senior del Colegios Diocesanos se encuentra en cuarta posición a falta de una jornada para finalizar la liga. Los de David Zamorilla, que el próximo año cede el testigo a José Alberto Fernández Somoza, no han conseguido el objetivo del ascenso a la Tercera División, un fin que volverán a buscar a partir del próximo mes de septiembre. En cuanto a la liga Provincial, El Tiemblo ha dominado la competición de principio a fin y está buscando financiación para hacer factible su ascenso a la Primera División Regional de Aficionados.

En cuanto a la categoría Regional juvenil ha habido de todo. En el lado negativo, el filial del Colegios Diocesanos ha descendido a la división regional tras finalizar como colista. Por su parte, Zona Norte y Real Ávila seguirán un año más en la Primera División regional, una categoría en la que Las Navas y Deportivo Arenas se jugarán el ascenso este próximo fin de semana.

En el apartado de fútbol femenino, el Club Deportivo Ávila Sala ha firmado su mejor temporada de la historia tas alzarse con el subcampeonato en la Primera División Regional, llevándose su jugadora Marta Delgado el Trofeo Pichichi de la competición con 34 goles por segunda temporada consecutiva. Por su parte, la Casa Social Católica no ha podido cumplir su sueño de regresar a Segunda División tras finalizar en quinta posición en la Liga Gonalpi.

¿Será en 2018?

21 Dic

La llegada de las Fiestas Navideñas trae consigo los últimos coletazos del año. En multitud de ámbitos, también en el deportivo, el final del mes de diciembre es el momento de realizar un balance de los últimos 365 días. Pero también son unas fechas en las que analizar cómo se presenta un 2018 que ya está en la parrilla de salida para saltar al terreno de juego.

En lo que se refiere a Ávila y su provincia, tanto el deporte de equipo como las modalidades individuales tienen por delante 365 días en los que intentarán consolidar o crecer en sus diferentes proyectos y aspiraciones deportivas. Por todo ello, muchos aficionados al deporte abulense se preguntan estos días: ¿cómo será el 2018?

¿Cómo será 2018 para el deporte abulense?

Muchos se preguntan si será en 2018 cuando el Real Ávila Club de Fútbol celebre el tan ansiado ascenso a la Segunda División B, categoría de bronce que los encarnados añoran desde hace unas cuantas temporadas. Otros piensan si será este año cuando la Cultural Deportiva Cebrereña logre la permanencia sin necesidad de sacar la calculadora y, quién sabe, pueda optar incluso a cotas mayores.

Algunos se imaginan como serán los próximos 365 días para la familia del Colegios Diocesanos: ¿se mantendrá el equipo juvenil en División de Honor? ¿Logrará el conjunto senior dar el salto al Grupo VIII de la Tercera División? Otros clubes como Zona Norte, Casa Social Católica, Ávila Sala o los equipos de las diferentes localidades de la provincia afrontarán con ilusión los diferentes objetivos marcados para este curso que ya ha llegado al ecuador.

En el mundo de la canasta, la afición verderona quizá piense que, por qué no, esta campaña pueda ser la del ascenso del Óbila Club de Básket a la Leb Oro. O quizá sean los chicos y chicas del Rugby Ávila Club los que tengan la suerte de disfrutar en primera persona lo que es subir de categoría en los próximos meses. O puede que sea el ciclismo el que recupere el protagonismo de épocas pasadas de la mano de Noel García o Diego Rubio.

También se preguntan cómo será ese 2018 que está a punto de comenzar tanto los clubes como los deportistas individuales de otras disciplinas deportivas como el fútbol sala, el kárate, el atletismo, el tenis, el pádel, la hípica, la gimnasia rítmica, el golf, el mundo del motor, la natación, el ajedrez o el tenis de mesa, por poner algunos ejemplos. Seguro que todos ellos coinciden en dos peticiones incluidas en su carta a los Reyes Magos: mejoras en las instalaciones deportivas y que las lesiones los respeten en lo que queda de competición.

 

¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO 2018!!!

Las chicas son guerreras

31 Oct

El fútbol atraviesa por un buen momento en la capital y la provincia abulense. Los conjuntos masculinos más representativos del Real Ávila, la Cultural Deportiva Cebrereña o el Colegios Diocesanos, por poner algunos ejemplos, han comenzado la temporada obteniendo buenas sensaciones de juego y resultados.

Sin embargo, son muchas las ocasiones en las que nos olvidamos de la vertiente femenina del deporte. En este punto, los dos conjuntos más representativos en la capital amurallada, el Ávila Sala y la Casa Social Católica, han iniciado un nuevo curso situándose en la parte alta de la clasificación en sus respectivas competiciones regionales, unos resultados que tienen un trabajo detrás que pocas veces es reconocido.

Equipo femenino del Ávila Sala de Primera División Regional de la temporada 2017/2018.

Tras la disputa de siete jornadas, el Ávila Sala es segundo clasificado en la Primera División Regional. Seis victorias y un empate, con 57 goles a favor y 13 en contra, han servido a las abulenses, que este año dirige Mercedes Gómez ‘Peque’, para encaramarse a lo más alto de la tabla. Toda una alegría para los aficionados, pero sobre todo para quienes componen este club y conocen la dificultad de sacar un proyecto adelante, que si en el fútbol masculino encuentra innumerables piedras en el camino, en el caso de la categoría femenina se multiplican de manera exponencial.

También ha sido esperanzador el inicio de campeonato del conjunto femenino de la Casa Social Católica. Con el objetivo de regresar a la Segunda División, categoría en la que las verdiblancas estuvieron durante una década, el equipo abulense es uno de los cuatro conjuntos que colideran la Primera División Regional. Cuatro victorias y una derrota, con 15 goles a favor y 12 en contra, permiten ser optimistas con el equipo dirigido por Paco Cabañas, que la pasada campaña se quedaba a las puertas de volver a ascender a categoría nacional.

Llegar hasta aquí no ha sido fácil para ninguno de los dos. Que sus proyectos deportivos continúen creciendo tampoco lo será. La vertiente femenina del fútbol en España está aún muy lejos de su hermano masculino. Las futbolistas profesionales que viven de este negocio se cuentan con los dedos de una mano. El público en los estadios y pabellones está a años luz del que asiste a los encuentros de hombres. Las instalaciones donde disputan sus partidos dejan mucho que desear en la mayoría de ocasiones. Las empresas tampoco lo ven claro a la hora de invertir su dinero en patrocinios. La repercusión en los medios de comunicación es casi nula.

Con estos ingredientes, los resultados de Ávila Sala y Casa Social Católica, así como los del resto de conjuntos femeninos de Ávila y su provincia que cada siete días juegan en las diferentes competiciones en las que están inscritos, son merecedores de ser puestos en valor. En una provincia donde el deporte femenino ha dado grandes alegrías en disciplinas como el voleibol, el tenis, el kárate o el atletismo, los agentes implicados en apoyar, ayudar y difundir el deporte, como instituciones públicas, empresas patrocinadoras o medios de comunicación, no deben olvidarse de estas guerreras que defienden los intereses del deporte abulense cada fin de semana.

Cierre a la 2016/2017

6 Jun

El balompié abulense ha echado el cierre a la temporada 2016/2017. Como cada mes de junio, es el momento de hacer balance. Como en botica, ha habido de todo. Proyectos ganadores que han rendido por debajo de las expectativas generadas. Permanencias logradas con más o menos sufrimiento. Y descensos que no entraban en los planes de sus protagonistas al comienzo del curso.

Una de las decepciones ha llegado de la mano del Real Ávila. Si bien es cierto que el conjunto encarnado ha finalizado en séptima posición en su regreso al Grupo VIII de la Tercera División, las expectativas generadas desde la zona noble del Adolfo Suárez para esta campaña han dejado fría a la parroquia encarnada. El conjunto de la capital amurallada se ha visto lastrado por los malos resultados como visitantes y la mala relación entre la grada y José Manuel Jimeno, si bien es cierto que en la segunda parte del campeonato sus números han sido de equipo de play off. Los encarnados ya trabajan en el nuevo proyecto para la 2017/2018.

Balance positivo de los clubes de fútbol abulenses en la 2016/2017. (Foto: Diario de Ávila).

El resto de resultados de los conjuntos abulenses pueden ser considerados como positivos. Los dos éxitos más significativos han llegado de la mano de la Cultural Deportiva Cebrereña y el equipo juvenil del Colegios Diocesanos. Los primeros, bajo la dirección de Pepe García, han salvado la categoría en el Grupo VIII por cuarto año consecutivo. Los verdiblancos han vuelto a demostrar que se puede hacer un equipo competitivo con futbolistas de la tierra, aunque los descensos de equipos castellanos y leoneses desde Segunda División B han hecho sufrir más de lo esperado a la parroquia de El Mancho-Ángel Sastre.

Por su parte, los segundos han logrado una permanencia histórica en la División de Honor. Los de Alberto Somoza, que no seguirá la próxima campaña en el banquillo, se han convertido en el primer club de la provincia abulense en mantenerse en la máxima categoría juvenil del fútbol español. Además, los colegiales han estado a lo largo de toda la temporada fuera de los puestos de descenso, todo un logro para unos futbolistas que tenían su primera experiencia en la División de Honor, y han competido ante todos los rivales, muchos de ellos filiales de conjuntos de Primera y Segunda División.

Un peldaño más abajo, en la Primera División Regional de Aficionados, no han ido bien las cosas. En su primera experiencia, el conjunto senior del Colegios Diocesanos ha finalizado en una más que meritoria cuarta posición. Sin embargo, el buen inicio en los puestos altos de la clasificación y los objetivos marcados desde la directiva, que apuntaban al ascenso a categoría nacional, han dejado un poco escaso el resultado final. Por su parte, el Bosco de Arévalo ha descendido a Provincial en un año donde los de La Moraña han tenido muchos problemas para sacar adelante el proyecto deportivo. Su puesto podrá ser ocupado por el Deportivo Arenas si hace efectivo su ascenso tras ganar la Liga Provincial.

En cuanto a la categoría Regional juvenil ha habido de todo. Destaca el ascenso del filial del Colegios Diocesanos a Liga Nacional, otra muestra del buen trabajo que el club amarillo lleva realizando desde hace años en las categorías inferiores. Zona Norte y Real Ávila seguirán un año más en la división tras lograr la permanencia con algún que otro sufrimiento. Y en la cara opuesta está la Casa Social Católica, cuyo descenso será cubierto por el Deportivo Arenas, que se proclamaba campeón en la Primera División Provincial.

En el apartado de fútbol femenino encontramos al equipo de fútbol sala Eclipse, que firmaba una gran campaña finalizando en una magnífica sexta posición en la Primera División Regional y con su jugadora Marta Delgado como pichichi de la competición con 26 goles. Por su parte, la Casa Social Católica no podía cumplir su sueño de regresar a Segunda División tras acabar en segunda posición tras el León Fútbol Femenino, aunque el buen año de las verdiblancas hace ser optimistas de cara al próximo curso.

Por último, durante estas semanas, diferentes representantes de clubes abulenses del fútbol base se encuentran inmersos en las fases regionales, donde algún ascenso sería una buena guinda para el pastel de la temporada 2016/2017. Mientras que el Real Ávila busca este objetivo en categoría cadete, el Deportivo Arenas, el Bosco de Arévalo y Colegios Diocesanos hacen lo propio en infantil, alevín y benjamín, respectivamente.

Éxito histórico juvenil

29 Mar

El Club Deportivo Colegios Diocesanos jugará una temporada más en la División de Honor. La permanencia lograda el pasado fin de semana, dos jornadas antes de que finalice el campeonato regular, es un éxito histórico. Por primera vez un club de la provincia abulense ha logrado mantenerse en la máxima categoría juvenil del fútbol español.

En las dos anteriores ocasiones, que tuvieron también como protagonista al Colegios Diocesanos en la década de los 90’, el club amarillo descendió en la campaña siguiente a la del ascenso a la División de Honor. Además, los chicos de Alberto Somoza y su cuerpo técnico han logrado la salvación de manera solvente en su debut en la categoría.

Permanencia del Colegios Diocesanos en la División de Honor.

El Colegios Diocesanos jugará un año más en la División de Honor. (Foto: David Castro, Diario de Ávila).

Los colegiales han estado a los largo de toda la temporada fuera de los puestos de descenso, todo un logro para unos futbolistas que tenían su primera experiencia en la División de Honor; han competido ante todos los rivales, muchos de ellos filiales de conjuntos de Primera y Segunda División compuestos por jugadores elegidos entre los mejores a nivel nacional; y han sabido reaccionar a los momentos más delicados de la campaña, con una magnífica reacción de juego y resultados tras un inicio titubeante en la segunda vuelta.

El éxito de la permanencia es un premio para el trabajo que llevan años realizando en las categorías inferiores del Colegios Diocesanos. Pero también hay que reconocer el trabajo de otras canteras de la capital amurallada y su provincia, pues algunos componentes de la plantilla de este año y los anteriores se habían formado en el fútbol base de otros conjuntos como el Real Ávila, la Casa Social Católica o la Zona Norte.

En este sentido, este hito debe hacer reflexionar a todos los responsables de los conjuntos abulenses que cuentan con equipos en categorías inferiores. Si los mejores de cada uno terminan en el equipo que esté en la máxima categoría, tendremos un representante en División de Honor durante muchas temporadas.

Si por el contrario, cada club sigue defendiendo su pequeño Reino de Taifas, volveremos al estatus quo anterior y tendrán que pasar otros veinte años para disfrutar de la máxima categoría juvenil en la capital amurallada.

Fútbol, fútbol y más fútbol

10 Ago

El fútbol volverá a ser el gran protagonista de la temporada deportiva en Ávila y su provincia. Con el respeto del resto de modalidades, el rey volverá a ser el balompié. Junto al Real Ávila y la Cultural Deportiva Cebrereña, que militarán en el Grupo VIII de la Tercera División, otros clubes abulenses pondrán todo su esfuerzo y entrega con el objetivo de alcanzar las metas marcadas en cada caso.

Uno de los nombres con mayúscula a partir del mes de septiembre será el Colegios Diocesanos. Entre toda su cantera, destacan dos proyectos: el equipo juvenil y el conjunto senior. El primero, vuelve a la División de Honor tras dos décadas de ausencia. Los chicos de Somoza tienen ante sí el reto de intentar mantenerse en una categoría donde coincidirán con rivales de la entidad del Atlético de Madrid, Real Madrid, Rayo Vallecano o Real Valladolid.

Colegios Diocesanos juvenil 16-17

El juvenil del Colegios Diocesanos regresa a la División de Honor. (Foto: David Castro, Diario de Ávila).

El segundo, debutará en la Primera División Regional de Aficionados. Tras dos años de historia, con un ascenso fallido y el éxito de la pasada campaña en la Liga Provincial, el objetivo de los amarillos no puede ser más ambicioso: subir a Tercera División.

Así de claro fue el presidente del club, Alberto Zoilo Álvarez, en la presentación de la pretemporada en el Adolfo Suárez, estadio municipal que compartirá con el Real Ávila para la disputa de sus encuentros. David de Blas ‘Zamorilla’ seguirá al frente de una plantilla que mantiene el bloque anterior y añade jugadores con experiencia como Javi o Vicente.

En la Regional, acompañará al conjunto colegial un histórico en la categoría: el Bosco de Arévalo. Un año más, los de la capital de La Moraña intentarán tener el menor número de problemas para lograr la salvación. También podría haberse sumado el Sotillo, descendido pero repescado por la Federación de Fútbol de Castilla y León, pero declinó la invitación del organismo regional ante la falta de una directiva que se hiciera cargo del proyecto.

En el fútbol base, serán varios los equipos que defiendan al fútbol abulense. Sin ningún representante en Liga Nacional tras el ascenso de los amarillos, en el Grupo A de la Primera División Regional juvenil competirán Real Ávila, Zona Norte, Casa Social Católica y Colegios Diocesanos B. Tras los descensos de los equipos infantil y cadete del Real Ávila, tampoco habrá ningún abulense en las divisiones regionales de estas dos categorías.

El fútbol femenino también volverá a la primera línea del deporte rey. La Casa Social Católica intentará pasar solo un año en el infierno y regresar esta misma temporada a la Segunda División. Su descenso afectó a su filial, que baja de la Primera División Regional a la Segunda. En fútbol sala femenino, el Eclipse Ávila volverá a competir en la Primera División Regional con el objetivo de igualar o superar el sexto puesto que logró en la 15-16.

Pero no acaba aquí la oferta sobre los terrenos de juego. Los equipos de los principales municipios abulenses en la Liga Provincial; las diferentes ligas Zasport de fútbol, fútbol 7 y fútbol sala; las diversas ligas locales en algunas localidades; o el campeonato del Pedro Pascual entre equipos de los barrios de la ciudad amurallada nos harán estar pendientes del balón cada fin de semana.

Cara y cruz

23 May

El balompié abulense ha echado el cierre a la temporada 2015/2016. Y como en todo fin de ciclo es el momento de hacer balance. En resumen, podemos decir que ha habido de todo como en botica. Ascensos esperados y otros que han sido una sorpresa para muchos; permanencias logradas con más o menos sufrimiento; y descensos que no entraban en los planes de sus protagonistas cuando se inició el curso el pasado mes de septiembre.

Una de las alegrías ha llegado de la mano del Real Ávila. No por esperado, y quizá obligado por la entidad del club encarnado, el regreso a la Tercera División pierde importancia, por lo que debe considerarse como un éxito. A pesar de que los números que han permitido al conjunto de la capital amurallada proclamarse campeón del Grupo A de la Primera División Regional de Aficionados puedan indicar lo contrario, el camino no ha sido fácil.

Real Ávila-Bosco de Arévalo 15-16 (1)

El Real Ávila regresa al Grupo VIII de la Tercera División (Foto: Lola Ortiz, Diario de Ávila).

Una plantilla corta, un inicio titubeante, el cambio de entrenador y la dificultad para generar recursos económicos en la división regional ponen en valor el regreso a categoría nacional, mínimo exigido para un club como el Real Ávila. Contra todos estos condicionantes, los encarnados han tenido en los jugadores su mejor aval. Desde el principio, los futbolistas supieron entender dónde estaban, se adaptaron a las circunstancias y bajaron al barro cada siete días con una profesionalidad y una disposición dignas de elogios.

También hay que destacar el trabajo realizado desde el banquillo. Se debe reconocer tanto el mérito de Luis Ortega, que formó la plantilla y cimentó las raíces del grupo, como de Ángel Becerril, que supo respetar la base que encontró y sumar su impronta. Sus números le han hecho ganarse la renovación, al igual que la de buena parte del grueso del equipo. Ahora, la decisión está en manos de los nuevos dueños, que desde este lunes deben comenzar a trabajar en lo que será el futuro Real Ávila. Tiempo habrá de ir analizando sus movimientos.

Otro de los clubes que tiene motivos para sonreír este año ha sido el Colegios Diocesanos. Su temporada ha sido redonda. Su equipo senior ha logrado el ascenso a Regional gracias a una campaña casi perfecta. Además, el equipo juvenil, que arrancaba con el objetivo de lograr la permanencia en la Liga Nacional, ganaba el campeonato y lograba con ello subir a División de Honor, categoría en la que no competía ningún abulense desde hace más de dos décadas.

Ambos éxitos deben ser beneficiosos para el fútbol abulense. Pueden ser un punto de partida para unir y no para separar. Sería una torpeza no aprovecharlo, aunque no soy muy optimista en este sentido. ¿Se impondrán una vez más los Reinos de Taifas con sus intereses particulares por encima del bien común del balompié local? Como en todo, el tiempo dará y quitará razones y pondrá a cada uno en su sitio.

En el apartado de permanencias encontramos a la Cultural Cebrereña, el Bosco de Arévalo, el equipo de fútbol sala femenino Eclipse y los conjuntos que competían en la Regional juvenil (Zona Norte, Real Ávila y Colegios Diocesanos B). Los verdiblancos han firmado su mejor clasificación histórica en Tercera División. Tras una muy mala primera vuelta, bien es cierto que más de resultados que de juego, los de Pepe García supieron no perderle la cara a la competición y firmaron una segunda vuelta con números de play off, lo que se ha traducido en lograr la salvación sin los apuros de temporadas pasadas. El premio será repetir en categoría nacional el próximo curso.

En cuanto al Bosco de Arévalo, los de Aitor Muñoz han cumplido con lo esperado y repetirán en la división regional en la 2016/2017. Su irregularidad en algunas fases del campeonato y la falta de gol le han impedido acabar algún puesto más arriba en la clasificación. Por su parte, el Eclipse Ávila ha realizado una campaña magnífica. Su sexta posición final en el grupo castellano y leonés de fútbol sala femenino debería tener una mayor atención por parte de los medios de comunicación y de ayuda y colaboración por parte de los patrocinadores. Sería la mejor manera de reconocer su trabajo y esfuerzo.

Para otros, la moneda ha salido cruz esta temporada. El femenino de la Casa Social Católica, Mombeltrán, Sotillo, y los equipos cadete e infantil del Real Ávila han perdido la categoría, pudiendo ser sustituidos estos dos últimos por Casa Social Católica y Colegios Diocesanos, respectivamente, que se encuentran disputando la fase de ascenso. El descenso de las verdiblancas significa la pérdida del conjunto abulense de mayor categoría, la Segunda División femenina. Las bajas que han sufrido a lo largo de la temporada y los malos resultados en casa han sido una losa demasiado pesada. Además, su descenso arrastra a su filial, que un año más había logrado la permanencia en Regional. Que su paso por esta categoría sea solo un viaje de ida y vuelta sería la mejor noticia.

Tampoco han conseguido mantenerse en la Primera División Regional de Aficionados ni Mombeltrán ni Sotillo. Los primeros, se vieron obligados a retirarse de la competición al término de la primera vuelta, entre otros motivos, por los problemas económicos que suponía no haber podido adecuar su campo municipal y tener que disputar sus encuentros en Lanzahíta. Los segundos, han sido muy irregulares a lo largo del año. Han sufrido además tres cambios en el banquillo, que se han traducido en unos malos resultados que los han condenado. Sin embargo, el movimiento de ascensos y descensos puede darlos una oportunidad de lograr en los despachos la permanencia que no han logrado alcanzar en los terrenos de juego.

Ilusión en el ecuador

12 Ene

Como sucede al comienzo de cada año, el mes de enero marca el ecuador de las competiciones en lo que a deportes colectivos se refiere. Los principales representantes en baloncesto, fútbol o rugby afrontan la segunda vuelta en sus respectivas ligas en una situación, que a diferencia de temporadas anteriores, invita al optimismo en la mayoría de los casos, algo que es auténtico maná dentro del desierto por el que pasa el deporte abulense.

Si hablamos de ilusión, sin lugar a dudas, el Óbila Club de Básket es el conjunto que más ha generado tras disputarse el primer tramo de la campaña. Contra todo pronóstico, los de David Mangas son líderes de la Leb Plata y han logrado clasificarse por primera vez en su historia para la Copa, trofeo que jugará ante Marín Peixegalego en la ciudad amurallada el próximo 23 de enero.

Óbila-Lucentum Alicante 15-16

El Óbila disputará la Copa Leb Plata. (Foto: Diario de Ávila)

Los números de los verderones lo dicen todo. Diez victorias y sólo tres derrotas en la primera vuelta. Invictos en el CUM Carlos Sastre. Pero más allá de los logaritmos, destaca la sensación dejada por un equipo donde el bloque está por encima de las individualidades, auténtica clave de la buena marcha de una plantilla que, si mantiene los pies en el suelo, puede tener su techo más arriba de lo que la mayoría podíamos pensar hace unos meses.

Otro caso positivo lo encontramos en el Real Ávila. Si bien es cierto que el mínimo exigible a los encarnados es el regreso sí o sí a la Tercera División, la situación deportiva y extradeportiva vivida en los últimos años pone en valor su actual momento. Tras la salida de Luis Ortega y la llegada de Manu Sarabia al banquillo, la plantilla encarnada parece no haber notado el parón navideño y mantiene las mismas buenas sensaciones con las que despedía el año.

La goleada por 0-6 en los Salesianos ante el Bosco de Arévalo, dejaba a los abulenses en la segunda posición de la clasificación a sólo tres puntos del líder. Segundo equipo más goleador, con 37 tantos a favor, y conjunto menos goleado, con sólo 8 en contra, muestran la solidez de un club que parece haber tomado el pulso a la Primera División Regional de Aficionados, donde ha cerrado la primera vuelta con 12 victorias, 3 empates y 2 derrotas, números que de repetirse en la segunda auguran el regreso a categoría nacional en mayo.

El juvenil del Colegios Diocesanos ha sido otro de los que ha dado una alegría al balompié abulense. El título de campeón de invierno en el Grupo III de la Liga Nacional logrado por los chicos de Alberto Fernández Somoza, quién a principio de temporada se marcaba como objetivo la permanencia, invita al optimismo y hace ilusionarse al aficionado local con la posibilidad de que Ávila cuente la próxima campaña con un representante en División de Honor.

En el lado opuesto, encontramos a la Cultural Deportiva Cebrereña en Tercera División; al Bosco de Arévalo, Sotillo y Mombeltrán, en Primera División Regional de Aficionados; y a la Casa Social Católica, en la Segunda División femenina. Los de Pepe García se encuentran en puestos de descenso en el Grupo VIII, si bien las sensaciones dejadas sobre el terreno de juego por los verdiblancos, merecedores de más puntos que los que acumulan, hacen pensar que es factible que los de Cebreros puedan dar la vuelta a la situación.

Por su parte, tanto Bosco de Arévalo como Sotillo, situados en la zona baja, tienen por delante una segunda vuelta donde las puntuaciones indican que con mejorar algo sus números podrán lograr un año más la permanencia, una salvación que en el caso de Mombeltrán sería un auténtico milagro.

En cuanto a las chicas de Miguel Ángel Blázquez, situadas un punto por encima de los puestos de descenso en el Grupo V de la Segunda División, deberán mejorar sus registros en el segundo tramo de la temporada para seguir siendo un año más el equipo abulense que juega en la categoría futbolística más elevada.

Por último, Rugby Ávila Club iniciaba la segunda vuelta en la Cuarta División Regional de Madrid con una victoria y la declaración de intenciones por parte de los magentas de que aún tienen mucho que decir esta temporada. Tras un inicio inmaculado con cinco victorias consecutivas, que llevaron a los abulenses a lo más alto de la clasificación, cuatro derrotas consecutivas dejaban al RAC en la quinta posición de la tabla.

Las reinas del gol

25 Nov

En ocasiones, los árboles no dejan ver el bosque. En la prensa deportiva local solemos leer, escuchar y ver multitud de noticias que hablan del Real Ávila, la Cultural Deportiva Cebrereña o el juvenil del Colegios Diocesanos. Sin embargo, los medios no dedican, no dedicamos, el espacio suficiente que quizá merece el equipo que juega en la categoría futbolística más elevada, concretamente, el conjunto femenino de la Casa Social Católica.

Casa Social Católica femenino 15-16

Once inicial de la Casa Social Católica en el campo de La Solana. (Foto: C.H. Yuste)

Desde hace más de una década, las verdinegras militan en la Segunda División. En una provincia donde el deporte rey está como está, contar un equipo en la categoría de plata del fútbol español debería de tenerse más en cuanta. La causa de esta falta de reconocimiento no está en la escasa atención a dicho club en sí, sino que el porqué habría que encontrarlo en una sociedad española donde el deporte femenino siempre ha sido el patito feo.

La vertiente femenina del deporte del balompié en España está aún muy lejos de su hermana masculina. Las futbolistas profesionales que viven de este negocio se cuentan con los dedos de una mano. Las empresas tampoco lo ven claro a la hora de invertir su dinero en patrocinios y publicidad. El público en los estadios está a años luz del que asiste a los encuentros de hombres. La repercusión en los medios de comunicación es casi nula.

Esta temporada, la Casa Social Católica se hacía con los servicios del ex jugador abulense Miguel Ángel Blázquez Rodríguez, conocido futbolísticamente como Michel, para el banquillo. Aunque el inicio de campaña no fue el esperado, dos derrotas y un empate, tres victorias lejos del Manuel Sánchez Granado parecen haber dado a las verdinegras la tranquilidad necesaria tras situarse en la zona media de la tabla clasificatoria.

Un año más, las abulenses se marcan como objetivo la permanencia tras ser encuadradas en el Grupo V junto a rivales de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha, si bien desde el club se espera no pasar los apuros de la temporada pasada. Para ello, las chicas de Michel no deben dejar escapar tantos puntos en casa como en la 14-15, algo que hasta el momento no están logrando, tras sumar solamente 2 de los 15 puntos disputados como local.