La Cultural Deportiva Cebrereña está acostumbrada a vivir en el alambre de los puestos de descenso del Grupo VIII de la Tercera División. Así ha sido en las cinco temporadas en que los verdiblancos han participado en categoría nacional. Así parece que será en la actual campaña, un año en el que la continuidad del grueso de la plantilla de años anteriores y los fichajes llegados en verano hacían indicar un panorama diferente.
En tres de ellas (05-06, 08-09 y 10-11), los de Cebreros no lograron la salvación. En las dos últimas (13-14 y 14-15), los verdiblancos consiguieron la permanencia de la mano de Pepe García. En ambas temporadas, la Cebre cimentó su continuidad en el Grupo VIII de la Tercera División ejecutando una magnífica segunda vuelta, tras haber realizado una primera con unos números similares a los actuales o incluso peores.
El inicio de temporada fue esperanzador. Dos victorias, ante La Bañeza y Almazán en El Mancho; tres empates, frente a Cristo Atlético, Brugos Promesas 2000 y Sporting Uxama, dejando la sensación de haber podido quedarse con el triunfo con un poco más de acierto ante la portería rival; y una sola derrota, por la mínima en La Albuera ante la Segoviana.
A partir de octubre, los verdiblancos empeoraron sus números. En los siguientes once encuentros, la Cebre ha sumado siete derrotas (Villaralbo, Atlético Tordesillas, Atlético Bembibre, Beroil Bupolsa, Numancia B, Zamora y Ciudad Rodrigo); tres empates (Santa Marta de Tormes, Palencia Balompié y Mirandés B), todos ellos como local; y una victoria ante la Virgen del Camino, también en Cebreros. La consecuencia, los de Pepe García han caído a puestos de descenso.
La situación es preocupante, pero ni mucho menos grave. Las sensaciones hasta el momento han sido buenas. Exceptuando la goleada recibida ante el filial del Numancia en Soria, la Cebre ha dado la cara en todos los choques, mereciendo mayor botín que el obtenido en muchos de ellos. La salvación está a tan sólo un punto y la igualdad existente en la clasificación mantiene a los verdiblancos a un par de victorias de la zona media.
Eso sí, los tres próximos choques serán clave. La salida a Villamuriel, con la que cerrará 2015, y los dos choques en El Mancho ante Becerril y Cristo Atlético, que además están en puestos de descenso, con los que arrancará 2016, deben ser un punto de inflexión. Sumar al menos siete de los nueve puntos en juego daría tranquilidad y dejaría el panorama más despejado a corto plazo. Además, lograr la primera victoria lejos de Cebreros, auténtico talón de Aquiles de los verdiblancos esta campaña, ayudará, y mucho, a lograr los objetivos.
Con esos números, repetir puntuación en la segunda vuelta, quizá sumar algo más, podría ser suficiente. Sin olvidar que éste puede ser un año donde los arrastres desde la Segunda División B -Atlético Astorga, Real Valladolid B, Arandina y Burgos llevan todo el año en la zona media-baja en la categoría de bronce- todo hace indicar que la salvación habrá que obtenerla al menos con 45 puntos. Experiencia hay para ello. Tiempo y equipo también.