Estamos en Navidad. Como es tradicional, esta época está marcada por los balances, los reencuentros, las comidas, los regalos y los buenos propósitos para el nuevo año que llegará en apenas una semana. En el mundo del deporte, estas fechas sirven para desconectar y cargar las pilas con la mente puesta en el regreso de las competiciones el primer fin de semana de enero, una fecha que Real Ávila, Cultura Deportiva Cebrereña y Óbila tienen marcada en rojo en sus calendarios por diferentes motivos.
De los tres clubes más representativos, es quizá el conjunto encarnado, por su situación actual, despedirá el año como colista del Grupo VIII de la Tercera División, quien más esperanzas tiene puestas en que el comienzo de 2015 traiga consigo un cambió en su dinámica.
Si bien es cierto que la llegada de Tony Ayala al banquillo en sustitución de Borja Jiménez se ha traducido en una mejora en el juego y la actitud del equipo, la victoria se le ha resistido al técnico canario. Tres derrotas y dos empates, resultados algunos de ellos muy injustos por lo visto en el terreno de juego, como el de la última jornada disputada en el Adolfo Suárez ante el Atlético Bembibre, son el bagaje de la ‘Era Ayala’, números pobres para un conjunto acostumbrado a codearse con la clase alta del grupo castellano y leonés.
Desde el club de la capital amurallada son conscientes de la necesidad de que los triunfos lleguen y con ellos se empiece a escalar posiciones en la tabla clasificatoria, por lo que fuentes cercanas apuntan que están realizando un esfuerzo para traer el regalo que el míster Ayala ha pedido a los Reyes Magos, que no es otro, que un 9 con experiencia que acabe con los problemas que han tenido en ataque desde el inicio de la temporada.
También se espera con ganas el cambio de año en la Cebrereña. Bien es cierto que el conjunto verdiblanco se encuentra en estos momentos fuera de los puestos de descenso, objetivo para este año, pero un elevado número de empates ha llevado a los de Cebreros a situarse en la zona media-baja de la tabla. Al igual que el Ávila, los de Pepe García están sufriendo la falta de gol de sus delanteros, lo que se está traduciendo en una pérdida de puntos que podrían tenerlos situados en una zona más tranquila de la clasificación.
Por su parte, el Óbila afronta con ilusión la llegada de 2015. Tras un verano donde la viabilidad económica del club estuvo a punto de acabar con un proyecto deportivo iniciado hace más de diez años, el equipo ha sabido reinventarse y con el presupuesto más bajo de la categoría está en una cómoda sexta posición.
Sin embrago, los de David Magas han ofrecido dos caras muy distintas a lo largo de la primera vuelta. Por un lado, la buena, en el C.U.M. Carlos Sastre, donde los verderones se han mostrado intratables, solo una derrota ante Zornotza, con victorias de postín ante conjuntos como Barcelona, Cáceres o Lucentum Alicante. Por otro lado, la mala, la está ofreciendo lejos de la capital amurallada, donde el Óbila tan sólo regresaba con un triunfo tras su visita al Opentach Basquet Pla en la segunda jornada.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2015!!!